El tomate es uno de los productos agrícolas más importantes que existen en todo el mundo. Es un alimento que está muy presente en la dieta mediterránea y cuyas propiedades resultan de lo más saludables para el organismo, como pueden ser su bajo contenido calórico, su casi inexistente tasa de colesterol y su alto contenido en fibra y proteínas. Además, los tomates son ricos en vitamina A, C, E, potasio, betacaroteno y licopeno. Este último, es una sustancia química que existe en forma natural y que es la responsable del característico color rojo. Es uno de los pigmentos llamados carotenoides más abundante en el tomate, ya que comprende aproximadamente el 80-90% de los pigmentos presentes. La cantidad de licopeno en tomates frescos puede variar dependiendo de la especie, su madurez y las condiciones ambientales en las que se produzca. Normalmente los tomates contienen cerca de 3 a 5 mg de licopeno por 100gr de tomate crudo.
En el tomate, como en otros productos está presente, el licopeno se encuentra ligado a su matriz, por ello su liberación completa resulta compleja y dificulta la absorción total en el aparato digestivo. Dada su naturaleza liposoluble, mejoraremos la absorción del licopeno al mezclarlo con aceite de oliva, potenciando con ello sus múltiples propiedades antioxidante. De este modo, el aceite de oliva virgen extra con licopeno supone el maridaje perfecto para ambos productos, convirtiéndolo en un tándem perfecto para tostadas, pastas, ensaladas y en general cualquier plato de la cocina mediterránea.